Entre 1962 y 1979, Sir Kenneth Adam,
nacido (como Klaus Adam) en Berlín en 1921 y emigrado a Inglaterra en 1934,
diseñó casi todos los decorados de las películas más famosas de James Bond. Desde
el apartamento supermoderno y subterráneo del "Dr. No" (1962) o el
Fort Knox de "Goldfinger" (1964), pasando por la central de Blofeld,
oculta en un volcán artificial, en "Sólo se vive dos veces" (1966) y
hasta las naves espaciales de "Moonraker" (1979), Ken Adam diseñó
ilusiones espectaculares de arquitectura para el público de todo el mundo.
Influenciado por la escenografía
expresionista de "El gabinete del Dr. Caligari" o "El testamento
del Dr. Mabuse" y después de estudiar un par de años en la Bartlett School
of Architecture (hasta que empezó la Segunda Guerra Mundial), en 1948 se
introdujo en el mundo del cine como delineante, trabajando en la década de los
50 en películas como "Ben Hur" o "La vuelta al mundo en 80
días", por la que obtuvo su primera nominación a los Oscar. A medida que
fue asumiendo cargos más importantes en el Diseño de Producción, y frente a la influencia
del cine neorrealista, Ken Adam siempre defendió la construcción virtual de los
espacios y las arquitecturas simbólicas de sus películas.
Desde las ensoñaciones del
futurismo italiano hasta las espectaculares viviendas californianas de John
Lautner, sus diseños recogen una curiosa amalgama de influencias y reflejan un
mundo entre extravagante y vanguardista que marcó decisivamente la atmósfera de
las películas y sedujo a toda una generación de espectadores.
Aparte de la saga de Bond, Adam
trabajó en películas inolvidables como "Dr. Strangelove" ¿Teléfono Rojo? Volamos hacia Moscú (1963),
donde diseñó para Stanley Kubrick la famosa Sala de Guerra, un espacio cerrado
de sección triangular con una enormes pantallas en una de las paredes y una
gran lámpara circular que flota sobre la mesa de reuniones.
En 1975 recibió el primer Oscar
por su trabajo en "Barry Lyndon" (también de Kubrick) y en 1994 el
segundo por "La locura del rey Jorge" (Nicholas
Hytner).
Aparte de su importancia
indudable (y reconocida) en el mundo estrictamente cinematográfico, en lo que
respecta a la relación cine-arquitectura destacaría la importancia de Ken Adam
por dos motivos:
Uno, el alto grado de "proyectación
arquitectónica" que tuvieron sus trabajos (sobre todo en la saga Bond). En
vez de limitarse a escoger localizaciones reales o reproducir en estudio sitios
"reconocibles", sus diseños implicaban una gran dosis de inventiva y
creación que calificaría como verdaderos proyectos, aunque cambiando el tipo de
condicionantes frente a la arquitectura "real".
Otro (también por las películas
de 007), la segura influencia que, por la vía inconsciente de la seducción, sus
creaciones han tenido en la educación del gusto arquitectónico de millones de
personas (incluidos muchos arquitectos) y por la que me atrevo a atribuirle su
(pequeñita, eso sí) parte de culpa en la propagación de la
arquitectura-espectáculo que hemos sufrido (y sufriremos todavía) tantos
años...
- "Ken Adam Designs the Movies: James Bond and Beyond" Ken Adam and Christopher Frayling (Thames
& Hudson)
- "James Bond, Berlin, Hollywood:Die Welten des Ken Adam" Alexander Smoltczyk, Berlin 2002
- "Paisajes
urbanos: imagen y memoria" Peter
Krieger, México, 2006 (pág, 139-143)
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