30 de julio de 2013

CASTILLOS DE ARENA


¿Quien no ha jugado a hacer castillos de arena en la playa? No hace falta ser arquitecto pero nos da ventaja y hasta el mismísimo Le Corbusier se atrevía con ellos. 

Un grupo de investigación de la Universidad de Ámsterdam ha publicado un estudio en la revista Nature sobre cómo construir un castillo de arena perfecto. Según los autores del estudio, la clave está en no usar más de un 1% de agua. La cantidad que se eche a la mezcla ha de medirse con mucha precisión: si lo hacemos bien, podremos construir castillos de varios metros de altura, pero si añadimos más de la cuenta, la construcción acabará por derrumbarse por la inconsistencia de la mezcla. 

A pesar de que se emplea tiempo y esfuerzo en construirlos,  no se puede evitar que se los lleven las olas del mar. Los castillos de arena tienen el triste destino de ser bellos y efímeros. Pero si sois lo bastante buenos y estáis sedientos de concursos, los más famosos son los de Sidney o, en Europa, el de Blanquenberge (Bélgica). No es necesario estar colegiados ni cumplir con el código técnico. 


Con referencias como la arquitectura orgánica del primer Aldo Rossi, Gottfried Bohm, la sede de la filarmónica de Berlín de Hans Scharoun o la catedral de  Abidjan de Aldo Spirito, Calvin Seibert hace auténticas esculturas arquitectónicas demostrando que la arquitectura moderna tiene cabida en las playas.

Por si los castillos os aburren, os mostramos el trabajo de Jim Denevan, que usa la arena como lienzo para dibujar obras de tamaño épico con precisión matemática.


Con esta imagen tan refrescante de Walter Gropius nos vamos de vacaciones, volveremos en septiembre.